Buenos días!! hoy se presenta un día especial vamos a ver La Última Cena de Leonardo da Vinci y una cosa así no nos pasa todos los días...
Bajamos a desayunar, en el buffet hay tanta variedad de productos tanto dulces como salados que nos cuesta un poco decidirnos. Pedimos un par de capuchinos a la camarera y mientras desayunamos no podemos dejar de comentar los comportamientos de algunas personas en los buffets de los hoteles; hemos llegado a la conclusión que algunos se dejan los modales en la puerta de entrada!!!
Cuando terminamos de desayunar nos vamos dando un paseo hasta la iglesia Santa Maria delle Grazie, conocida por albergar uno de los cuadros más famosos de Leonardo da Vinci.
Si queréis visitar esta obra se deberá planificar con bastante tiempo de antelación, ya que, todas las visitas se realizan mediante reserva previa.
Las entradas salen a la venta con unos dos meses de antelación y se agotan fácilmente. No se puede visitar todos los días de la semana y los grupos de visita son reducidos, entrando cada 30 minutos 25 personas. El precio de la entrada es de 8€ y ofrecen un servicio de audio guía por 3,5€.
Para comprar las entradas hay dos opciones, pero, en ambos casos se deberá dar un número de tarjeta de crédito donde os cargarán el importe de la reserva:
- Llamando al teléfono de reservas +39 02 92800360
Cuando nosotros lo miramos, en la web ya no quedaban entradas para los días que necesitábamos, así que Mateo se encargó de llamar por teléfono para conseguir un par de entradas.
Nuestra visita empieza a las 10:30 horas, pero, media hora antes hemos de estar en la oficina de atención al cliente para canjear el número de reserva por los tickets correspondientes.
Con nuestros tickets en la mano, nos vamos a tomar un café y no nos podemos resistir a probar un bocadito de nata que estaba espectacular!!
Puntuales y con audioguía en mano, empezamos la visita. En primer lugar vemos los bocetos que realizó Leonardo Da Vinci antes de empezar a pintar la obra.
Después de pasar por varios arcos de seguridad, se abre la puerta y entramos en el refectorio donde se encuentra la obra!! La sensación es indescriptible, estar rodeada de esta maravillosa obra de arte no tiene precio...
Leonardo da Vinci fue contratado en 1494 para trabajar en la iglesia y hacer un fresco en la pared norte del refectorio. Eligió La Última Cena para capturar el momento inmediatamente posterior al anuncio de Cristo de que uno de sus apóstoles le iba a traicionar.
Hasta hace muy poco tiempo, no estaba bien conservada debido a la técnica experimental que Leonardo adoptó para realizarla, escogiendo el uso de témpera sobre yeso en lugar del clásico método del fresco.
La última restauración duró más de 20 años y terminaron en 1999 con el resultado que ahora podemos disfrutar.
Siguiendo las indicaciones de la audioguía podemos darnos cuenta de todos los detalles que Leonardo quiso plasmar en esta obra.
Cada vez que leo sobre Leonardo da Vinci pienso que era un genio adelantado a su época, desarrolló conceptos e ideas como el helicóptero, submarino y el automóvil que no llegaron a construirse porque no eran realizables en esa época!!
Se ha terminado el tiempo de la visita y nos indican que debemos abandonar el refectorio, salimos de la sala con la imagen grabada para siempre en nuestras retinas...
Vamos a visitar la iglesia de Santa Maria delle Grazie, si bien La Última Cena es su principal aliciente, esta iglesia resulta muy interesante por sí misma. Contruida en sólo 26 años, parece estar formada por dos templos diferentes.
El claustro se encuentra rodeando un jardín, es muy sencillo y pequeño pero tiene un encanto especial. Hay la posibilidad de entrar a alguna de la exposiciones temporales, pero, a nosotros nos apetecía más pasear.
Cuando nos quisimos dar cuenta habíamos llegado a la Basílica di San't Ambrogio, una de las iglesias más antiguas de Milán. Empezó a construirse entre los años 379 y 386 por el obispo Ambrogio, patrón de la ciudad. Se amplió en los siglos IX y XX y tuvo que reconstruirse después de los bombardeos de la segunda guerra mundial. Cuanta historia tienen estas piedras!!!
Nos tuvimos que conformar con visitar el exterior porque dentro estaban celebrando una boda y, la verdad, es que a este evento no nos habían invitado!!!!
Fuimos dando un paseo hasta la Basílica de San Lorenzo Maggiore, se alza fuera de la muralla romana. Está rodeada por una columnata que data de los siglos II y III, las 16 columnas que la forman debieron formar parte de un templo romano.
La iglesia tiene la cúpula más grande de Milán, entramos y no nos gustó demasiado, tenía un aspecto lúgubre y poco cuidado. Pero ya se sabe que para gustos los colores!!
La plaza que la rodea es un lugar de encuentro entre los milaneses, si de día está animada, de noche se convierte en el punto de reunión entre los más jóvenes.
Llevamos un día en Milán y aunque parezca mentira, todavía no hemos ido a ver el Duomo. Tenemos previsto subir a las terrazas de la catedral, pero, como está muy nublado decidimos arriesgarnos y dejarlo para el día siguiente.
Caminamos por avenidas llenas de tiendas y pleno ambiente navideño. Los escaparates llenos de luces y productos novedosos son un gran reclamo para la gente de decide pasear por sus calles.
Cuando nos hablan de Milán automáticamente lo relacionamos con el Duomo, pero, cuando paseas por sus calles te das cuenta que esta ciudad está llena de rincones con mucho encanto.
En un día nublado y con niebla como el de hoy, sus calles adoquinadas y el tranvía le dan un aire muy nostálgico.
Sin darnos cuenta estamos llegando a la Plaza del Duomo, así que decidimos sentarnos a tomar una cervecita. Pero antes nos quedamos un rato mirando el escaparate de una pastelería que tiene unos dulces con formas de fruta muy auténticos.
Cuando llegamos a la Piazza nos quedamos impresionados por la grandiosidad del Duomo, hace unos años cuando lo vimos estaba en obras y su fachada se encontraba cubierta por grandes andamios. Esta vez vamos a poder disfrutar de esta obra en todo su esplendor.
La plaza está muy animada, no podemos dejar de admirar la impresionante fachada. El Duomo está lleno de esculturas góticas, gárgolas, agujas...
En el interior del Duomo había una celebración y todos los pasillos de acceso estaban llenos de gente que quería acceder al altar. Así que como pudimos buscamos un hueco para poder disfrutar de sus vidrieras y de las obras de arte que colgaban de sus paredes.
Como somos poco amigos de las celebraciones religiosas, pronto decidimos salir del Duomo y seguir paseando por la ciudad.
El ambiente de la plaza es magnífico, están colocando el árbol de navidad y las tiendas que rodean la plaza están llenas de gente.
En uno de los lados de la plaza se alza la Galleria Vittorio Emanuele, la arcada que da acceso a la galería es majestuosa y muy elegante.
La cubierta de cristal da una sensación de luz incluso en días nublados como el de hoy. En la galería se encuentran excelentes librerías, tiendas de música y exclusivas boutiques; además de alguno de los restaurante más caros de esta ciudad.
Dentro de la galería se encuentra el único Mc Donalds que no sigue la imagen del resto de establecimientos de esta cadena mundial. Para estar acorde con el ambiente chic del lugar cambia sus coloridos rojo y amarillo por negro y dorado.
Tienen una zona exclusiva de cafetería donde preparan unos capuchinos con un toque de chocolate caliente que están exquisitos. Así que por 3 euros nos sentamos a observar el ambiente que se respira en una de las zonas más elegantes de Milán.
Todos los restaurantes que rodean la Plaza del Duomo son muy caros, así que decidimos tomar una comida rápida y seguir paseando por las calles que rodean el Duomo.
Como se nota que Milán es la capital de la moda, está llena de tiendas con unos escaparates muy originales. Incluso alguna de ellas tienen bandas de música en directo en la entrada de la tienda, sirviendo como gran reclamo para la clientela.
Llegamos a El Quadrilátero d'Oro, la zona se sitúa entre las calles Vía Montenapoleone, Vía Manzoni, Vía Sant'Andrea y Vía Spiga.
Esta es la zona donde se centran las tiendas de alta costura. Aquí se puede encontrar ropa, complementos, zapatos y prendas de piel de los diseñadores más famosos e importantes del mundo de la moda. Los locales son de lo más exclusivos y sus escaparates se convierte en verdaderas obras de arte.
Empezamos a estar un poco cansados, decidimos dar un paseo hasta el hotel para descansar un rato. Para desespero de Mateo yo sigo mirando escaparates y no me puedo resistir, al final nos toca cargar con nuevas adquisiciones hasta el hotel...
Salimos a cenar y volvemos a repetir la zona de Navigli, ayer nos encantó el ambiente que se respira en esta zona de la ciudad.
Callejeamos un rato y nos decantamos por Trattoria La Magolfa situada en uno de los canales más pequeños de Navigli, nada más entrar nos llamó la atención el ambiente auténtico y familiar del lugar. Hemos de decir que volvimos a acertar con el lugar porque tanto el risotto de setas, pizzas y tiramisú estaban exquisitos, además de resultar muy económico.
Disfrutamos del día al máximo, después de cenar callejeamos y paramos en un local de salsa a tomar unos mojitos y unas piñas coladas al ritmo de la música.
El día ha sido muy completo, hemos tenido un poco de todo. Ahora toca descansar y esperar que mañana tengamos un día despejado para disfrutar al máximo de la visita a las terrazas del Duomo....
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hermoso sitio siempre sueño con ir a italia
ResponderEliminarme encanto la nota, una maravilla , casi 5 años despues la disfrute mucho
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