sábado, 21 de abril de 2012

Día 11. Un paseo por la histórica Hiroshima y la mística Miyajima!!!

Hoy es un día muy especial, celebramos nuestro cuarto aniversario de bodas y lo queremos celebrar de una manera completamente diferente. Nos encontramos a muchos kilómetros de casa y nos hemos reservado para este día la visita a la histórica Hiroshima y  la mística Miyahima!!!
Para no perder la costumbre, dejo a Mateo disfrutando del último sueño y me voy paseando a comprar el desayuno. La panadería francesa que hay cerca del hotel ha sido todo un descubrimiento, tienen gran variedad de productos recién horneados que hacen difícil la elección.
Después de disfrutar del desayuno, preparamos una mochila con lo indispensable para pasar un par de días fuera; el resto del equipaje nos lo guardarán en la consigna del hotel pagando unos 300 yenes.

Nos vamos hasta la estación de tren donde cogeremos el Shinkansen hasta Hiroshima; el tren bala tarda una hora y media en recorrer los 400 kilómetros que separan las dos ciudades. Para ahorrar tiempo es importante que planifiquéis bien el viaje y cojáis uno de los trenes directos porque hay otros que realizan varias paradas invirtiendo más tiempo en realizar el mismo recorrido.


Para llegar a la zona monumental de Hiroshima tenemos que coger el tranvía de la línea 2 o 6 hasta la parada "Genbaku Domu Mae" que significa, cúpula de la bomba atómica. Tardamos unos quince minutos en llegar y os puedo asegurar que el contacto con la gente fue muy diferente al que habíamos tenido hasta este momento. Un grupo de escolares nos preguntaron que íbamos a visitar de Hiroshima y al decirles la intención que teníamos nos dijeron: no seréis americanos?? Esta frase ha resonado en mi cabeza durante la visita...


Por desgracia, Hiroshima  no necesita presentación. Cada año millones de visitantes acuden a la ciudad donde tantas personas fueron borradas del mapa en tan sólo un instante de destrucción apocalíptica.
Cuando la II Guerra Mundial avanzaba tediosa, el verano de 1945 EEUU decidió utilizar un arma nueva para provocar la rendición de Japón. El 6 de agosto, un bombardero B29 dejó caer la primera bomba atómica sobre Hiroshima. Explotó a las 08:15 horas a 580 metros sobre el centro de la ciudad. Decenas de miles de personas murieron al instante y el número de víctimas ascendió a 180.000 - 200.000 durante los años que siguieron a causa de los efectos posteriores. Nagasaki sufrió una suerte similar.

Nada más bajar del tranvía nos hemos quedado mirando sin saber que decir, la imagen con la que nos hemos encontrado nos ha dejado sin palabras.


Empezamos la visita por la desgraciadamente famosa Cúpula de la Bomba. Es uno de los pocos edificios que, a pesar de estar en el epicentro, sobrevivió parcialmente a la explosión.


Es el único edificio que se le permitió permanecer en pie después de la explosión y está considerado herencia cultural de la humanidad por la UNESCO.


Verlo de cerca impacta, los montones de pared y techo que hay por el suelo y la cúpula convertida en un amasijo de hierro del que sólo queda la estructura.



Hay varios paneles informativos donde podemos ver fotografías del edificio antes de la bomba atómica.


Paseamos por la zona y cruzamos el Puente Motoyasu para llegar al Parque Conmemorativo de la Paz; desde donde tenemos unas buenas vistas de la Cúpula de la Bomba.


Nada más llegar al parque nos encontramos con el Monumento a la Paz de los niños, la figura de una niña extendiendo los brazos donde una grulla vuela sobre ella. ¿Conocéis la historia?


Sadako Sasaki fue una niña de dos años a la que pilló la bomba de Hiroshima a un 1.5 kilómetros de la zona cero. Cuando hizo 11 años y siendo una chica fuerte y atlética cayó al suelo desvanecida y le diagnosticaron  leucemia de la Bomba. Sadako se propuso hacer 1000 grullas de papel, ya que, una vieja tradición decía que los dioses le concederían un deseo, el deseo de volver a correr. No lo consiguió, Sadako murió cuando llevaba 644 grullas. Desde entonces la historia de Sadako se convirtió en un referente hasta que se hizo una estatua en su nombre y en el de todos los niños que murieron como causa de la fatídica bomba.

Nos acercamos al monumento a dejar nuestra grulla y vivimos un momento muy emocionante rodeados de estudiantes cantando y dejando sus grullas.


Paseamos por el parque hasta el Cenotafio que fue diseñado en memoria de las víctimas de la bomba atómica. Contiene los nombres de las más de 200.000 personas que murieron como consecuencia de la bomba, junto con una inscripción que reza: "Descansen en paz. Jamás volveremos a cometer el mismo error". 


Tiene una llama que sólo se apagará cuando todas las armas nucleares hayan sido destruidas, lo llegaremos a ver algún día??
Paseamos por el Parque de la Paz, me resulta complicado explicar el cúmulo de sensaciones que corren por mi cuerpo. Mateo es un apasionado de la historia, hemos visto bastantes documentales sobre Hiroshima, pero, al llegar aquí nos hemos quedado impresionados.


El parque está lleno de vida, montones de niños corren por sus cuidados jardines.


Cuando Japón se puso de nuevo en pie y la ciudad recuperó su vida normal, nadie quería olvidar aquel espanto. En el espacio desierto que había dejado el impacto inmediato de la bomba se construyó el parque y se edificó el Museo de la Paz de Hiroshima con el objetivo que nadie olvidara aquella barbarie y que nunca se volviera a repetir.
Podemos decir que es parada obligatoria para cualquier persona que visite Hiroshima; el precio de la entrada es simbólico porque cuesta menos de 1€.


El museo es extremadamente sincero y objetivo. En la primera parte te explican la historia militar de Hiroshima, en que batallas y guerras habían participado. 
Después te explican el desarrollo de la bomba nuclear. Están expuestas cartas de Einstein, el presidente Roosevelt, presupuestos y cartas de mandos militares norteamericanos explicando cuales eran los mejores objetivos. Muchos de los documentos que se exponen en el museo son originales. Al leer estos documentos te invade una sensación fría, compruebas como sabían que matarían a unas 75.000 personas siendo conscientes de que sólo una pequeña parte eran militares. 
En esta primera parte del museo, hay un par de maquetas que reconstruyen Hiroshima antes y después de caer la debastadora bomba.



El primer periodista que llegó a la zona sólo pudo tomar un par de fotografías y no pudo más porque los supervivientes que deambulaban a su alrededor por las calles se derrumbaban muriéndose, no fue capaz de continuar con su trabajo y se dedicó a socorrerlos...


Sobre el resto del museo... prefiero no contarlo porque todavía es más intenso, hasta llegar a niveles increíbles. Las explicaciones de muchísimas historias personales de aquellos días tan terroríficos, detalles,  materiales expuestos e imágenes de la cruda realidad,  han hecho que me emocione en más de una ocasión.




Al finalizar el recorrido hay un ventanal desde donde tienes unas vistas impresionantes del Parque Conmemorativo de la Paz.


Salgo del museo en silencio, impactada por todo lo que he visto, leído y oído. Mientras volvemos paseando hasta la parada del tranvía, intercambiamos opiniones de la visita a Hiroshima. Coincidimos en que no es una visita agradable, pero, sí la consideramos imprescindible! Ayuda a tener una visión clara sobre lo que sucedió y lo que nunca debe volver a suceder!!!

Nuestra siguiente parada nos llevará a la Isla de Miyajima!!

Para llegar al muelle de Hiroshima desde donde salen los ferrys hasta la isla se puede llegar de varias maneras, nosotros hemos decidimos hacer el trayecto en tranvía. No nos queremos ir de esta ciudad sin comprobar el ambiente fuera de la zona monumental.
Ésta ha sido una decisión muy acertada porque nos ha servido para darnos cuenta que es una ciudad nueva, fuera de la zona monumental no hay rastro de la tragedia.


Es hora de comer, nos ponemos a buscar un restaurante tranquilo donde poder celebrar nuestro aniversario. Después de mirar varios, nos decidimos por uno que aparentemente está tranquilo. Pedimos varios platos típicos y nos disponemos a disfrutar de un momento muy agradable...


... hasta que aparecen un grupo de señoras a disfrutar de su momento de karaoke!!! No os podéis imaginar lo que nos hemos llegado a reír, la comida no ha resultado muy íntima, pero, de lo que estamos seguros es que no se nos va a olvidar fácilmente!!! Las chicas de oro japonesas hasta nos han dedicado canciones...



Después de este momentazo nos vamos a coger el ferry, no tenemos que pagar billete porque el viaje está incluido en nuestros pases JR Pass. 

El emblema de la Isla de Miyajima es el imponente torii construido en el mar, ésto nos advierte que es una isla sagrada. Aquí no hay ni maternidades ni cementerios, ya que, está prohibido dar a luz o morir en Miyajima. Al no estar permitido talar árboles, las isla está cubierta por un impresionante bosque virgen y repleto de numerosos ciervos que viven a sus anchas.
La imagen de Miyajima varía en función de la marea. Cuando la marea está baja el torii está cubierto de barro y se puede aprovechar para ir andando hasta él; en cuanto sube la marea queda cubierto de agua dejando una imagen completamente diferente. La única manera de poder disfrutar de este momento es quedándose a dormir en Miyajima, ya que, el último ferry se va de la isla a primera hora de la tarde.
Miyajima tiene poquísimas plazas hoteleras, así que este alojamiento lo tuvimos que reservar con bastante antelación.

Conforme nos vamos acercando a la isla, la imagen del gran torii nos da la bienvenida!


El trayecto dura unos veinte minutos y os puedo asegurar que no puedes dejar de hacer fotografías porque el paisaje que nos rodea es precioso.


Cuando nos bajamos del ferry vamos caminando por la avenida principal de Miyajima que rodea todo el mar. Un gran torii marca el inicio de la zona sagrada.


En un principio habíamos pensado ir a dejar la mochila al hotel, pero, aprovechamos que está la marea baja para ir caminando hasta el gran torii.


El célebre torii flotante es aclamado por los japoneses como una de las tres vistas más emblemáticas de Japón. El primer gran torii flotante lo construyeron en la bahía en el siglo XII. La estructura actual data de 1875, tiene unos 16 metros de alto y un diseño de cuatro pilares que le proporciona estabilidad.


Frente al torii flotante se encuentra el Santuario Itsukushima. Mateo has encontrado un nuevo compañero de viaje??


Este Santuario data del año 593 y está construido sobre pilotes. La plataforma que lo sustenta es el escenario más antiguo de Japón.


Desde aquí hay unas vistas muy bonitas del gran torii flotante y de la pagoda de cinco pisos, el problema es que resulta casi imposible hacer una foto donde no aparezca grupos de estudiantes...


Miyajima aunque es un isla muy pequeña está llena de templos; el fin de nuestra estancia en esta isla no es visitar más templos, sino pasear y relajarnos. En definitiva disfrutar de una isla sagrada!!!
En cuanto nos vamos de la zona más turística, la tranquilidad se vuelve la tónica habitual. Sus casitas, puentes, riachuelos, ciervos....


Parece que estamos paseando por un escenario de cuento!


Conforme vamos paseando en medio de la naturaleza se pueden diferenciar los techos de templos y santuarios.


Hay una serie de senderos que te permiten disfrutar del Monte Misen; durante la ruta encuentras varios miradores desde donde tienes unas vistas de Miyajima impresionantes.


Nos lo tomamos con calma y cuando nos queremos dar cuenta llegamos al mirador más alto al que se puede subir andando; desde aquí podrías seguir con un teleférico hasta la cima del Monte Misen.
Desde este mirador puedes ver Hiroshima!!


Durante todo el recorrido hemos disfrutado de un silencio absoluto y no nos hemos cruzado con nadie, en un sitio así es imposible no relajarte! Al volver al pueblo nos encontramos con esta estampa tan bucólica...


Cuando volvemos al paseo marítimos vemos que el número de turistas ha descendido notablemente y la marea ha empezado a subir dejándonos una imagen del torii y el santurario diferentes a las que hemos tomado hace un par de horas.


Ya va siendo hora que vayamos a dejar las cosas a nuestro hotel; las callecitas de Miyajima son preciosas, con casitas bajas y tiendas de artesanía dándole un encanto especial.

                                      

Como he comentado la elección del alojamiento no fue sencilla, porque hay poca oferta hotelera y el precio es un poco elevado, pero, nuestra celebración se merecía darnos un capricho y vamos a disfrutar de la estancia en un alojamiento típico japonés.
Con las indicaciones que nos dieron al hacer la reserva en Guesthouse Kikugawa nos ha sido sencillo encontrar el alojamiento.


Tenemos que dejar nuestros zapatos en la recepción y el chico nos acompaña a nuestra habitación donde nos preparan un te. De momento, aquí no hay rastro de cama donde dormir; la mesa, las tazas.. todo parece de juguete!


Después de este momento de relax nos vamos a cenar; Miyajima a estas horas parece el desierto, no hay gente por las calles y las tiendas están cerradas.


Entramos en el único restaurante que encontramos abierto, pedimos diferentes platos para probar. Lo hemos pasado genial, éramos los únicos occidentales y se han portado muy bien con nosotros.

  

Ha llegado el momento de disfrutar de un momento único, reservado sólo para aquellas personas que decidimos dormir en Miyajima.
El silencio y la calma a estas horas es absoluto, conforme nos acercamos a la zona del paseo marítimo nos llama la atención que nos cruzamos con 4 o 5 personas que van vestidas con yukatas o pijamas... Hombre nosotros nos hemos relajado, pero, no hasta ese punto!!
La imagen es inexplicable, es un cúmulo de sensaciones que hacen de éste un momento mágico!!!


Estamos solos, nos sentamos y disfrutamos. La única iluminación la luna y algún farolillo y el único sonido, el mar.


El agua cubre el Santuario y el Gran Torii parece flotar sobre el agua.


Estamos seguros que ha merecido la pena. Si viajáis a Japón os recomendamos esta experiencia, a nosotros se nos quedará guardada para siempre como un momento único y mágico!


Volvemos al hotel y ya nos han preparado la habitación. Nos ponemos los yukatas y para terminar el día, vamos a disfrutar de un baño típico japonés en un onsen.


Hoy no queremos pensar en lo que tenemos preparado para mañana, seguimos pensando en todo lo que hemos vivido. Ha sido un día intenso de emociones, pero, lo hemos disfrutado al máximo. Empezar el día recorriendo la cruda historia de Hiroshima y acabar disfrutando de la magia de Miyajima será muy difícil de olvidar!!!!




No hay comentarios:

Publicar un comentario