domingo, 27 de octubre de 2013

Día 3. Callejeando por Marrakech

Como me gusta la sensación de despertarse a kilómetros de casa con la única misión de disfrutar del día al máximo haciendo lo que más nos gusta, VIAJAR!

Al ir a desayunar vemos que hoy vamos a tener un compañero de viaje, el cielo amenaza tormenta y las primeras gotas hacen acto de presencia, pero, no consiguen desanimarnos y después de recargar las pilas con un buen desayuno ponemos rumbo a nuestra primera parada del día.
El Jardín Majorelle pilla de camino a la Plaza de la Libertad, así que el conductor nos avisa para que nos bajemos y evitarnos una caminata. El servicio gratuito de transfer del hotel funciona a la perfección!

El Jardín Majorelle es uno de los lugares más visitados de Marrakech, así que nos toca hacer algo de cola para comprar las entradas (50dh).


Nada más acceder a su interior vemos que es un oasis azul en el desierto rosa de Marrakech, combinación perfecta entre un elegante jardín botánico y un lugar relajante donde descansar de las largas caminatas por la ciudad.



En 1947 los jardines se colorearon de un tono brillante revolucionario que pasó a llamarse azul majorelle. Cuando Jacques Majorelle murió, el jardín se quedó en mal estado hasta que en 1980 lo compró Yves Saint-Laurent convirtiéndolo en su residencia marroquí.
En la primera parte del famoso jardín podemos disfrutar de un bosque de bambú junto a un estanque de azucenas.



Durante todo el recorrido encontramos plantas de todo el mundo: cactus, palmeras, arbustos... junto a apetecibles bancos donde sentarte a leer, hablar, relajarte...





Me han encantado los maceteros que se encuentran en los senderos, llenan de color el jardín.



El Jardín Majorelle sigue todas las normas del diseño islámico de jardines que establece el Corán. Cerrado por un muro, con agua en el centro, exquisita vegetación y arquitectura sencilla.


Al final del recorrido se encuentra la casa donde Yves Saint-Laurent consiguió la inspiración para sus impresionantes colecciones de moda.



Si viajáis a Marrakech no dejéis de visitar el Jardín Majorelle, es un lugar que enamora!!


Nuestra siguiente parada del día nos llevará hasta el Palacio El Badi, así que al salir del Jardín nos toca negociar con los taxistas el precio del recorrido. Después de regatear con diferentes taxistas, mientras nos vamos alejando de la puerta del jardín van bajando el precio hasta que lo conseguimos por los 30dh que estamos dispuestos a pagar.

Cruzar a hora punta Marrakech en taxi es toda una aventura, hay momentos que es mejor no mirar por la ventanilla...no apto para cardíacos!
El taxi nos deja en la plaza y desde ahí tenemos que callejear hasta el Palacio El Badi, volvemos a confirmar que Marrakech es una ciudad caótica hay gente, coches, motos, bicicletas, caballos y burros por todos lados!



El Palacio El Badi (10dh) fue construido en 1578 por los sadíes durante el reinado de Ahmed El Mansour. Tardaron 25 años en construirlo y la mitad del tiempo en ser saqueado por el sultán Muley Ismail, llevándose todo el oro, mármol y ónice que utilizaron para su construcción.


Un agujero en la muralla nos lleva hasta el patio central y el estanque seco, la parte que queda en pie nos permite hacernos una idea del esplendor de este enorme complejo que estuvo ocupado por políticos, poetas y otras personalidades de la época. Ahora sólo nos da la bienvenida el canto de los pájaros que revolotean y una solitaria palmera.





La torre del lado noreste conserva la escalera interior que nos lleva hasta la terraza. 


Que privilegiadas son las cigüeñas que pueden disfrutar de estas vistas durante todo el año!





Desde la terraza podemos ver el minarete de la Mezquita de la Kasba con su tejado de azulejos verdes y las paredes rojizas; éste es nuestro siguiente destino ya que dentro de sus muros se encuentran las espectaculares Tumbas Saudíes.


Paseamos por las desordenadas calles de la medina hasta llegar al acceso que han habilitado en las murallas de la Mezquita de la Kasba desde el que los no musulmanes podemos acceder al interior de las Tumbas Saudíes (10dh).



Cuando Muley Ismail ordenó destruir cualquier testimonio del éxito sadí, incluido el Palacio El Badi que acabamos de visitar, se detuvo antes de molestar a los muertos respetando estas tumbas y amurallando el recinto.
Durante cientos de años, estas tumbas han permanecido inalteradas y no se redescubrieron hasta el 1917. Princesas y niños eran enterrados entre grandes poderosos de la dinastía sadí, responsable de la edad de oro de Marrakech.
La construcción de las tumbas fue ordenada por Ahmed El Mansour, siendo el primer sultán que se enterró aquí en 1603. 
La primera sala que nos encontramos es la Sala de las Oraciones seguida de la impresionante Sala de las Doce Columnas, donde se encuentra enterrado Ahmed El Mansour junto a su familia.



Los mausoleos están hechos de mármol blanco italiano con techos abovedados, donde destacan los impresionantes detalles de los grabados, azulejos decorativos y los mosaicos.



Las Tumbas Saudíes nos parecen la gran joya arquitectónica escondida entre las laberínticas calles de esta ciudad!!


Va siendo hora de tomarnos un descanso, no hemos parado de visitar rincones especiales de esta sorprendente ciudad. Frente a las Tumbas Saudíes se encuentra Kasbah Café, donde se puede disfrutar de un exquisito zumo de naranja (40dh) con unas insuperables vistas de la Mezquita y su muralla.



Aprovechamos este descanso para acabar de planificar nuestra tarde en Marrakech, no queremos perdernos ninguno de los consejos que hemos cogido de otros blogs!
De camino al centro de la medina por excelencia aprovechamos para pasear por una de las calles más modernas de la medina, en el Passage Prince my Rachid fluye el lado más occidental de esta parte de la ciudad. 
Escaparates con ropa que bien podría estar en cualquier ciudad europea, música que suena en nuestras emisoras de radio, locales donde poder organizar rutas por Marruecos, restaurantes de comida internacional.... Me ha encantado la mezcla cultural de esta animada calle!




Hoy vamos a comer en Chez Chegrouni,  uno de los restaurantes más conocidos y recomendados de Jemaa El Fna. 


Nosotros no podemos más que sumarnos a las recomendaciones que circulan por la red porque es difícil encontrarle defectos a este sencillo y antiguo local de Marrakech, donde se sirve comida tradicional a precios muy ajustados mientras se disfrutan de unas envidiables vistas de Jemaa El Fna (140dh).




Nos tomamos la sobremesa con mucha calma, ya que el lugar invita a disfrutar de un té con menta mientras ves el ir y venir de la famosa plaza.  
Ahora ha llegado el momento de callejear por el laberinto de calles que forman la medina, cerrar la guía de viaje y el plano de la ciudad y caminar con la única orientación de los sentidos. 






Sólo de esta manera se pueden descubrir rincones únicos y vivir la esencia de Marrakech!!



Si hay algo que encandila de esta ciudad es que se puede pasar del barullo a la tranquilidad en pocos pasos. Si hay un lugar donde se encuentra la calma a pocos pasos de los ajetreados zocos es en los jardines que rodean la Mezquita Koutoubia.


El muecín se encarga de recitar en vivo la llamada a la oración desde el minarete de 69 metros de Koutoubia haciendo que el canto resuene en toda la ciudad. En la parte más alta se encuentra un mástil orientado a la Meca donde históricamente se izaba una bandera para señalar la hora de la oración.


La mezquita Koutoubia debe su nombre al cercano mercado en el que se vendían manuscritos religiosos en el siglo VII. Todavía hoy podemos ver los cimientos del primer edificio construido alrededor de 1150 por la dinastía almorávide.


Rodeando la mezquita se encuentra el jardín de la Koutoubia donde se puede dar un agradable paseo.


Está lleno de rosas, naranjos, vendedores y ciudadanos que buscan su mejor rincón para dejarse llevar por los pequeños placeres del día a día.




Frente a la mezquita Koutoubia en la Avenida Mohamed V se encuentra el Café Koutoubia, donde disfrutamos de un exquisito té a la menta en la terraza que tiene a pie de calle. 



Para nosotros es el mejor lugar para observar a la gente que desfila en todas direcciones con un marco digno de las mejores fotos de Marrakech (24dh).



Falta poco para que empiece a atardecer y queremos aprovechar para dar un paseo en calesa por la medina, así que nos vamos a Jemaa El Fna desde donde empiezan los recorridos por la medina.


Después de pactar el recorrido que queremos hacer y regatear el precio, nos subimos a la calesa y empezamos a bordear la medina viendo como el sol del atardecer tiñe sus murallas dándole un tono único.


Después de todo un día caminando nuestras piernas agradecen este descanso mientras disfrutamos de zonas que hasta ahora no hemos visitado. 





Al cruzar una de las puertas de la muralla nos dirigimos hacia la parte moderna de Marrakech y enseguida nos encontramos con avenidas repletas de boutiques de prestigiosas marcas internacionales, restaurantes, discotecas, pubs, hoteles... que nada tienen que ver con la idea que tenemos de la sociedad musulmana. 




Acabamos el recorrido en la Plaza de la Libertad y sólo podemos recomendar esta experiencia aunque en un principio la podemos calificar de turistada (150dh).

Hoy ha sido un día muy intenso, queríamos seguir descubriendo esta ciudad que poco a poco nos va conquistando. Marrakech es una ciudad que cautiva al viajero!!
















2 comentarios:

  1. Qué chulos los Jardines de Majorelle verdad? Genial esta entrada, tengo que volver a Marrakech, he estado dos veces y por diferentes razones no he aprovechado bien las dos estancias en cuanto a ver los sitios turísticos de la ciudad, aunque sí he disfrutado de su ambiente. Estoy deseando volver. Enlazo esta entrada con la mía. Un saludito.

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  2. Calíope, estos jardines son como un oasis de tranquilidad entre el bullicio de la medina; a nosotros nos han encantado!! Gracias por el enlace. Un saludos

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