Después de unas semanas de
preparativos ha llegado el día, hoy embarcamos en el Sovereign dispuestos a
disfrutar de una semana inolvidable.
Madre mía como cambia la cosa al
viajar con un bebé, antes nos levantábamos con el tiempo justo de llegar al
aeropuerto y ahora tenemos un despliegue logístico donde no hay lugar para la
improvisación.
Me alegra ver que no hemos
perdido la ilusión y que somos capaces de transmitírselo a María que no para de
sonreír y mirarnos como si supiera que algo grande se está cociendo en casa!
Tenemos previsto el embarque en
el Puerto de Barcelona a las 12:00 del mediodía; después de valorar si viajamos
hasta allí en transporte público o en nuestro coche, nos decidimos por esta
segunda opción. Miramos por internet las diferentes opciones de parking, la
mayoría de ellos situados en los alrededores de la estación de Sans y
con servicio de transfer hasta la zona del puerto donde se ha de coger transporte
público o taxi hasta la terminal del puerto. Nosotros nos hemos decidido por el parking situado
en World Trade Center, junto a las terminales de embarque de cruceros.
Ha sido todo un acierto la
elección de este parking, ya que, tiene acceso directo desde la autopista
conectando con la Ronda Litoral, es un parking vigilado las 24 horas, cubierto
y las plazas son muy amplias. Nosotros realizamos una reserva previa indicando
que era para Crucero, ya que, ofrecen una tarifa especial de 75€.
Nada más
salir del parking os encontraréis con la parada del bus azul que en menos de
cinco minutos os dejará en la terminal de embarque. El precio del bus azul es
de 2€ el trayecto; si habéis decidido reservar el parking World Trade Center
guardar los tickets del bus porque al pagar en la salida os descontarán el
importe que hayáis gastado en el transporte público.
El bus nos deja en la puerta de embarque y allí nos dirigimos al personal de la naviera para indicarles que llevamos hecho el check-in on line; menos mal porque la cola bordeaba toda la terminal. Nosotros al llevar las maletas identificadas nos la cogen al momento y nos dicen que al medio día las tendremos en la puerta de nuestro camarote.
Una vez liberados del equipaje,
nos vamos hacia la zona de embarque para pasar los controles de la autoridad
portuaria. Nada más pasar los controles nos encontramos con personal de
Pullmantur que nos indica hacia donde ir para realizar las gestiones de acceso
al barco. No os podéis imaginar la cola que había formada para rellenar y
entregar los formularios del check-in, menos mal que nosotros lo llevamos de
casa y pasamos directamente al mostrador habilitado para estos casos. En un
momento verificamos los datos, nos hacen la foto con la webcam para estar
identificados en todo momento y nos entregan nuestras tarjetas de embarque, que
nos servirán durante toda la semana para poder salir y entrar del barco.
Ya estamos listos para embarcar en el Sovereign; la primera vez que estamos frente a él nos sorprende su tamaño. Hay gente trabajando por todos lados del muelle, mientras unos repasan la pintura del barco, otros limpian los exteriores, entran palés repletos de comida…
Una vez pasamos el control de entrada al barco todo es atención , enseguida nos indican hacia donde ir para recoger nuestras pulseras donde identificar que tenemos el servicio de todo incluido.
En un primer momento nos cuesta ubicarnos y damos alguna que otra vuelta hasta llegar a la discoteca donde conseguimos nuestras pulseras. María tranquila que a ti no te pondremos la pulsera, al ser la más pequeña del barco enseguida la tiene fichada todo el personal!
La atención en el barco es excelente y personalizada desde primer momento y aunque no podríamos disponer del camarote hasta mediodía, nos dejan acceder a él para poder cambiar a María y dejar la bolsa de mano que llevamos.
Ya estamos listos para embarcar en el Sovereign; la primera vez que estamos frente a él nos sorprende su tamaño. Hay gente trabajando por todos lados del muelle, mientras unos repasan la pintura del barco, otros limpian los exteriores, entran palés repletos de comida…
Una vez pasamos el control de entrada al barco todo es atención , enseguida nos indican hacia donde ir para recoger nuestras pulseras donde identificar que tenemos el servicio de todo incluido.
En un primer momento nos cuesta ubicarnos y damos alguna que otra vuelta hasta llegar a la discoteca donde conseguimos nuestras pulseras. María tranquila que a ti no te pondremos la pulsera, al ser la más pequeña del barco enseguida la tiene fichada todo el personal!
La atención en el barco es excelente y personalizada desde primer momento y aunque no podríamos disponer del camarote hasta mediodía, nos dejan acceder a él para poder cambiar a María y dejar la bolsa de mano que llevamos.
Si habéis realizado algún crucero
sabréis que los camarotes no son demasiados grandes, a excepción de las suites.
El nuestro tiene una cama doble, cuna, tocador y zona de armario; no es muy
grande, pero, suficiente para el uso que se le da porque la mayoría del tiempo
lo pasas en las excursiones, cubiertas y zonas comunes del barco. El baño es
bastante pequeño, muy parecido al que podéis encontrar en cualquier avión.
Familia ya estamos listos para empezar a investigar el barco! En todos los halls de ascensores os encontraréis un plano del buque en forma de barco; os parecerá una tontería, pero, es muy fácil desorientarse y perderse en el barco, sobretodo los primeros días. Así que, este plano-barco será mi gran aliado para ir de un sitio a otro sin empezar a dar vueltas…
El Sovereign dispone de dos
restaurantes de servicio a mesa, un buffet cerrado y otro al aire libre. A
mediodía, uno de los restaurantes de servicio a mesa permanece abierto en
servicio buffet para aligerar las colas que se forman. Nosotros optamos por
probar el Restaurante el Duero que es el que tenemos asignado para nuestro
turno de cena.
El Duero, tiene un salón grande,
elegante y acogedor. A medio día la parte central la transforman en un variado
buffet, pero, mantienen el servicio a mesa para bebidas. Para las familias que
decidáis viajar con los más pequeños, os interesará saber que disponen de
tronas y un servicio personalizado para cada bebé. Nada más sentarnos vino el
encargado del restaurante para tomar nota de los gustos y horarios de comida de
María, teniendo siempre disponible un puré para que ella pudiera comer y cenar.
Si optáis por llevaros la comida de casa, en cualquier restaurante os
calentarán el puré y si queréis darle de comer o cenar en el camarote sólo hay
que llamar al servicio de habitaciones y en pocos minutos tendréis un camarero
calentando la comida. Quien ha dicho que viajar con bebés es un problema? Tema
comida superado con buena nota!
Así que mientras María come nosotros
aprovechamos para hacer el aperitivo y luego ella espera pan en mano a que los
papás prueben los diferentes platos que ofrecen en el buffet.
Después de comer nada mejor que
un buen café con vistas al mar para hacernos una idea de lo que nos espera durante
los siguientes días. En el Sovereign hay varias cafeterías donde disfrutar de
un café, pero, no todos tienen el mismo horario por eso es necesario llevar con
vosotros el diario de abordo que dejan cada día en el camarote donde dan toda
la información necesaria para poder disfrutar al máximo de toda la oferta del
crucero.
Por megafonía nos informan que el
simulacro tendrá lugar a las 17:00 horas, antes de que el barco ponga rumbo a
nuestro primer destino. Como es obligatorio para todos los pasajeros, aprovechamos
para dar un paseo por las cubiertas del barco desde donde tenemos unas bonitas
vistas de Barcelona.
Al escuchar la música no nos
podemos resistir a ir a la cubierta donde se encuentran las piscinas para
tomarnos nuestro primer coctel del crucero. Menudo ambiente hay a estas horas!
Que bien se lo pasa María dando sus primeros pasos y jugando mientras sus papás
se disfrutan de un par de mojitos!!
Puntuales llaman por megafonía
para explicarnos que se ha iniciado el simulacro y que debemos de ir a nuestro
camarote a buscar el chaleco salvavidas y acudir al punto de encuentro que
indica nuestra tarjeta de embarque. Menos mal que la gente ha obedecido y el
simulacro dura menos de lo que pensábamos porque cualquiera aguanta quieta y
con el chaleco puesto a la pequeña viajera!
Una vez finalizado el simulacro,
va siendo hora de que María descanse porque está siendo un día muy ajetreado y
el cansancio se hace evidente en sus ojillos. Que mejor manera que aprovechar
mientras ella descansa para leer un libro mientras vemos por la ventana de
nuestro camarote como abandonamos puerto y zarpamos rumbo a Sicilia!
A la hora de la cena tenemos la opción de ir al buffet o al servicio a la carta. Nosotros optamos por la segunda opción y puntuales acudimos al restaurante en el turno que tenemos asignado. Al ser el primer día en el restaurante nos piden la tarjeta de embarque para comprobar el turno, ubicación y camarote y así llevarnos a la mesa que tendremos asignada para el resto del crucero. Enseguida se presenta nuestro camarero y asistente que toma nota de nuestros gustos y nos explican muy amablemente en que consisten los diferentes platos de la carta.
La cena a la carta consiste en un
entrante, plato principal y postre. Hay variedad y siempre disponible las
recomendaciones del chef, cocina saludable y postres sin azúcar. La primera
cena ha sido un éxito, nos han encantado todos los platos que nos han servido y
el trato ha sido excelente. Para María ya le tenían preparada su trona con
mantel y servilleta de temática infantil y hemos de decir que los niños te
sorprenden desde primer momento, que bien se está portando, está atenta a todo
lo que ve a su alrededor!
Que mejor manera de terminar este
primer día de crucero que con una copa disfrutando de música en vivo?
Ha sido un día muy intenso, lo hemos disfrutado todos al máximo y María ya nos pide descanso; está agotada!!
Ha sido un día muy intenso, lo hemos disfrutado todos al máximo y María ya nos pide descanso; está agotada!!
Mañana nos espera todo un día de
navegación, seremos capaces de estar todo un día en el barco sin agobiarnos??
Os contamos nuestra experiencia en la siguiente entrada.
- entrada anterior: De Crucero por el Mediterráneo con nuestro bebé!