sábado, 11 de agosto de 2012

Día 7. Impresionante Jodhpur, la ciudad azul!!

Hoy nos toca madrugar un poco, unas cuatro horas de coche separan Jaisalmer y Jodhpur y queremos aprovechar la tarde para disfrutar al máximo del ambiente de Jodhpur.
Después de un excelente desayuno hacemos el check-out del hotel Fort Rajwada y salimos puntuales dirección Jodhpur.

Al principio del trayecto, tenemos las caravanas de militares a ambos lados de la carretera, pero, conforme nos vamos alejando de la frontera con Paquistán van desapareciendo y vuelve la circulación caótica que nos está acompañando durante todo el viaje.



Hacemos un par de paradas en los pueblos para comprar agua; conforme pasan los días más me gusta el ambiente que se vive. Muchos de ellos te regalan una sonrisa, su bien más preciado. Siempre te encuentras con niños que piden dinero, pero, Bauart siempre me dice que no les de dinero porque sino dejan de ir a la escuela. La cara que ponen estos pequeños cuando entras a una tienda y les compras algo de comida os puedo asegurar que no tiene precio!

 


Para nuestra estancia en Jodhpur hemos elegido el hotel Park Plaza; pertenece a Sarcover una cadena hotelera india de estilo occidental. La limpieza, habitación y servicios son buenos, pero, nada que ver con el lujo de los hoteles anteriores.



Antes de empezar con las visitas culturales hacemos una parada en el restaurante On The Rocks, muy recomendado en varios blogs y foros de viajes. A nosotros nos ha gustado mucho, es un oasis dentro de la caótica ciudad; por menos de 10 euros nos hemos tomado unas cervezas y noodles con verdura y pollo buenísimos.




Jodhpur fue fundada en 1459 y es la segunda ciudad más grande de Rajasthan. Su estratégica ubicación en la ruta comercial a Asia la han convertido en un importante centro de comercio. Los mercaderes, conservan sus dotes empresariales y siguen regentando muchas de las grandes empresas del país.


Jodhpur es conocida como la ciudad azul, la imagen de todas sus casas pintadas de este color resulta muy bonita. Hay dos motivos por los que pintan sus casas de azul, por un lado este color les ayuda a bajar la temperatura en sus interiores y por otro auyenta a los mosquitos.

La primera parada la hacemos en Jaswant Tanda, desde donde tenemos unas vistas del fuerte, la ciudad azul  y la muralla impresionantes. Para acceder al recinto tenemos que pagar 30 rupias de la entrada.



Jaswant Tanda es un elegante monumento de mármol blanco con trabajadas columnas y desde donde podemos ver la impresionante muralla de 10 kilómetros con 8 puertas de acceso que protege todo el centro urbano de Jodhpur.




En esta misma explanada están los cenotafios de otros gobernantes y miembros de las familias reales.



La imagen del Fuerte de Jodhpur desde muchos puntos de la ciudad es impresionante, así que vamos a dedicar el resto de tarde a visitar este monumento; para acceder al recinto amurallado hay que pagar 300 rupias por la entrada incluida audioguía en español.
El fuerte de Mehrangarh data de 1459, está construido sobre un peñasco de 125 metros de altura y es el más majestuoso de todo Rajasthan.
Las fuertes murallas contrastan con los exquisitos palacios de su interior.
En cuanto pasas la puerta de entrada te sumerges en tiempos de maharajás; la historia explicada en la audioguía hace que te puedas imaginar más de una situación de la época al más mínimo detalle.



Las murallas fortificadas que protegen este fuerte con partes labradas en la roca, alcanzan en algunas zonas los 24 metros de espesor y los 40 metros de altura; éste es el motivo principal por el que nunca llegaron a conquistar el fuerte de Jodhpur.



Los bastiones de la muralla están coronados con labrados balcones.


Las fachadas de los palacios construidas en mármol blanco y rojo son impresionantes, están trabajados todos los detalles.



En uno de los patios está el trono de mármol blanco donde se coronó a todos los gobernantes posteriores al año 1459.



Dentro de los palacios están habilitadas salas como museo, donde están expuestos enseres personales del maharajá, colecciones de pintura y armas.



Se pueden visitar tres estancias privadas:

·      Moti Mahal: esta sala se construyó entre 1581 y 1595 destinada a las audiencias privadas. El techo está completamente decorado con pan de oro y espejos, las paredes tienen unas vidrieras de colores que permiten pasar la luz del exterior creando un ambiente muy especial.
·      Phool Mahal: esta sala se construyó entre 1730 y 1750 para realizar las recepciones reales. Las pinturas de sus paredes lucen a día de hoy intactas y el revestimiento de oro de techos y columnas dan imagen de gran ostentación.
·      Takhat Mahal: este exuberante salón era el rincón preferido del maharajá que reinó durante 1843 a 1873, aquí pasaba sus mejores momentos junto a sus 30 reinas y numerosas concubinas.




A pesar del calor que hace, no podemos dejar de perdernos en cada rincón de este fuerte. Es la obra más impresionante que hemos visto hasta ahora en India y nos resistimos a abandonar el lugar a pesar de quedar poco tiempo para que cierren puertas.

 

Desde la parte más alta de Meharangarh tenemos las mejores vistas de la muralla y la ciudad azul, son impresionantes es imposible no hacer fotos de este paisaje!



A las 17:30 horas cierran puertas, así que no nos queda otra opción que ir saliendo del fuerte.


Nos queda callejear por el famoso Sardar Bazaar, pero, ahora hace tanto calor que vamos a disfrutar un rato de la piscina del hotel y más tarde nos recogerá Bauart para llevarnos a esta zona de Jodhpur.
El tráfico en esta ciudad es impresionante, no tiene nada que envidiar al de Delhi; salen motos, bicis, cabras, vacas... en el momento que menos te lo esperas.



El bazar de Jodhpur ocupa el centro de la ciudad antigua, todos los puestos se apiñan en torno a la torre del reloj.
Nada más bajar del coche nos invaden montones de colores y olores, cruzar al otro lado de la calle se convierte en una verdadera aventura con una dosis elevada de peligro!


No es ningún secreto que me encanta perderme en los mercadillos y bazares de las ciudades que visito, pero, éste me ha enamorado.


Es un laberinto de calles llenas de puestos y tiendas donde se pueden encontrar joyas, tejidos, zapatos, títeres, dulces, especies….





Resulta fascinante perderte por las calles y mezclarte como uno más. No me puedo resistir y compro varias prendas de ropa y algún regalo.
Mateo es un apasionado de las especies, así que entramos en Suncity Spices y nos dejamos llevar por todo un mundo de olores!


Cuando nos queremos dar cuenta se ha hecho de noche y nosotros seguimos callejeando, será mejor que nos retiremos porque la mayoría de las calles no tienen luz y el caos circulatorio es cada vez mayor.

Antes de volver al hotel le pedimos a Bauart que nos pare en un Mc Donald para llevarnos la cena a la habitación, aquí hemos vivido una situación de contraste social brutal. Mientras a las puertas del centro comercial esperan personas a  que alguien les de unas rupias o algo que llevarse a la boca, en el interior están indios comprando en las mejores tiendas internacionales y comiendo en cadenas de restauración inalcanzables para la gran mayoría de la sociedad india. Después de unos días en India he pensado bastante sobre esto, porque me resulta muy chocante ver como los indios de dinero se muestran impasibles ante la situación real de este país. Mientras el gobierno gasta importantes cantidades de dinero en armamento militar, enviar cohetes a la luna y dar préstamos a la comunidad europea, la gran parte de su población viven debajo del umbral de la pobreza y muchos de ellos pasan los días sin nada que hacer ni alimento para calmar sus hambrientos estómagos… Increíble India!!







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